lmfaorofllol :)
he tomado esta imagen de: http://weirdy.tumblr.com/post/6613766029/them-k-me-potassium-to-you-too-motherfucker
lmfaorofllol :)
he tomado esta imagen de: http://weirdy.tumblr.com/post/6613766029/them-k-me-potassium-to-you-too-motherfucker
Me sorprendió. Es todo lo que puedo decir.
¡No! ¡No quiero que te vayas jamás!
-Sí, es en serio.
-Bueno, está bien. -Volteó de nuevo hacia la puerta. Salió y cerró rápidamente.
¡Qué tonta soy! ¿Cómo es que pude decirle algo así? No se lo merecía. No. Sí, sí se lo merecía. Algún día él va a ser el que aplique el examen. Eso no lo sabes. No estas segura de eso. Sí, sí lo estoy. ¡Qué bueno que se fue! No, no es bueno. Ojalá se regresara el tiempo y pudiera quedarme callada. Quiero que regrese...
Se abrió la puerta casi azotándose. Él, de nuevo. Sólo azomándose.
¡¿Qué quiere?! ¡No pueden dejarme en paz unos minutos!
Iba a decir algo pero luego deslizó de nuevo la puerta y volvió a salir sin una palabra.
¡No! ¡No te vayas! ¡Quédate conmigo!
Pero ahora no volvió.
Me quedé en silencio intentando distraerme. Intenté escuhar mi inaudible respiración. Estaba triste. ¿Qué clase de persona puede ser tan desagradable como yo había sido unos minutos antes? Claro, he ahí la respuesta: yo. Él sólo quería divertirse un rato. Sólo platicar. ¿Qué hay de malo en eso?
Comencé a recordar todo por lo que había pasado. El momento cuando dejé a mi familia para "protegerlos". Claro, ahora que saben quién soy puede que les vaya a pasar lo mismo que a mí. Ojalá pudiera regresar el tiempo y cambiar las cosas. Para empezar, evitaría el momento en el que conocí a Rocko.
La tristeza hizo camino desde mi mente hasta llegar a mis ojos llenándolos de lágrimas que no pude contener. Empezaron a correr por mi cara limpiando la suciedad hasta caer al suelo con pequeños llantos silenciosos.
-¡Vamos! Sé que soy un encanto pero no es para que llores cuando me voy... -Me exhalté. ¿A qué hora entró de nuevo? Luego este pensamiento se volvió palabras.
-¡¿A qué hora entraste?! -Le dije demasiado sorprendida. ¿Cómo iba a limpiarme las lágrimas de la cara? No quería que me viera así. Bueno, limpiármelas no habría hecho mucha diferencia porque no podía evitar que siguieran cayendo. ¿Cómo retener lágrimas que se habían acumulado por un año y medio cuando ya habían encontrado el camino para salir? Aún así, intenté verme lo más indiferente posible, pero obviamente, era inútil.
-Ya sabes, cuando estabas en medio de la agonía de verme partir. -Me dijo con una sonrisa enorme, tan hermosa que esta vez no pude evitar reírme.
No te rias. No te rias.
Guardé la compostura.
-¿Necesitas algo? -Le dije.
No contestó. Sólo se me quedó viendo algo absorto.
¿Qué está viendo? Está loco. Parece que se desconectó del planeta.
¡Espera! ¿Está viendo mis labios?
¡Ja! ¡Obvio no!
¡Ya sé! Seguro me está buscando detrás de toda la tierra que hay en mi cara...
Sí, es eso.
...qué incómodo...
-¿Hola? -Intenté de nuevo esta vez moviendo mi cabeza ya que, claramente, mis manos estaban imposibilitadas.
Reaccionó (si se le puede llamar reacción...).
-¿Hmm? ¿Qué dijiste? -Ni siquiera cambió su mirada de lugar. En serio, ¿qué estaba viendo?
-Que qué necesitas...
-Ah, el Examen se va a postponer una hora. -No está moviendo su mirada.
Eso me pone nerviosa...
Esperé unos segundos. No reacciona. Volví a intentar.
-¿Algo más?
Un segundo. Dos segundos. Tres segundos. Cuatro segundos. Cinco segundos. Seis segundos... Una vez más se quedó atrapado en su mundo raro y no lo podía sacar.
-¿ALGO MÁS? -Repetí más fuerte.
-¿Hmmm? No, nada más. -Sigue viendo. ¿Qué le pasa?
-¿Entonces...?
-¿Entonces qué?
-¿Qué haces?
-Ah, nada.
-Bueno, entonces agradecería que me dejaras de ver o mínimo me explique qué ves...
Dejó de verme al instante algo apenado. Luego dijo muy acelerado:
-Ah, mmm nada. No veo nada. Lo siento. -Bajó su mirada al suelo y caminó muy rápido hacia la puerta.
Está abriendo la puerta. Está a punto de salir. Probablemente es tu última oportunidad.
-Espera. -Dije algo desesperadamente.
Volteó un poco su cabeza hacia su hombro izquierdo, todavía viendo el suelo y dijo:
-Dime. -No me imaginé que podía llenarse de seriedad por completo.
-No te vayas. -Le dije en un susurro casi inaudible. Él volteó por completo para verme. Bajé la cabeza para ver el suelo.
-¿Qué necesitas? -Me dijo con voz de hielo.
-¿Puedes quedarte conmigo un rato? -Le dije muy silenciosamente todavía viendo al suelo.
-Ahora no. -Me dijo un poco seco. Hice una pausa.
-Está bien. De todas maneras, gracias.
Luego todo quedó en silencio una vez más. Yo viendo al suelo. Luego dejó salir aire haciendo algo de ruido.
-Regreso en un rato. -Muy frio, demasiado. Salió, cerró la puerta y se fue. Esta vez pude escuchar sus pasos alejándose.